Brassaï
Cerró los ojos pesadamente, como esas viejas persianas de antiguos colmados, abandonándose entre la carcomida madera y esa dulce modorra postprandial que siempre le entra después de zamparse dos platos de cocido. Y fue en ese justo momento cuando notó como todo el peso del mundo recaía sobre sus hombros, decidiendo posponer las duras críticas que tenía preparadas para los vagos e incompetentes obreros que trabajaban en la acera de enfrente...
8 comentarios:
Dos platos de cocido...
Va a reventar.
Supongo que de todo hay en el mundo! un abrazo y esas digestiones-reflexivas son las mejores. Besooos!
Todo son cargas en esta vida, liberémonos en silencio.
Yann Tiersen :)
Besos guapa!
Si a este no lo mataron los obuses de la guerra, dudo mucho que lo maten dos platos de cocido...:D
Besos!
Ya te digo! las reflexiones en plena digestión son las más productivas...jajajajaja
Besos hermosa!
Liberarse en el silencio o acompañados con el señor Roca...:D
Besos hermosa!
Creo que la pesadez de este hombre hizo huir a Cenicienta...
(joder, menuda cagada de comentario)... es que nadie ha dicho nada del zapato...
:-P
El zapato! pieza clave en la fotografía...;)
Besos!
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